Cuando Mia necesita sus medias rojas favoritas para la escuela, solo encuentra una. Esa mañana, cuando la familia de Mia se sienta a desayunar, ¡notan que todos llevan calcetines extraños! ¿Dónde podrían haber ido todos esos calcetines? 

Después de la escuela, Mia busca por toda la casa su calcetín perdido; debajo de la cama, en la lavadora, ¡incluso en la nevera! Para su gran sorpresa, Mia descubre a un Sockapillar triste y asustado que tiembla en la esquina del sótano. Este pobre insecto ha estado tomando prestados los calcetines de todos para mantener calientes sus pies. Mia quiere ayudar a Sockapillar y pide la ayuda de su abuela, y juntas tejen y cosen el Sockapillar frío, la manta de retazos más cálida y acogedora jamás conocida.